una traza gris en salones abandonados
de manos retiradas acariciando el polvo
su agudo decadente sonido desmembrado
viaja por una cruz nocturna
perfumado por ropas olvidadas en tendederos helados
un hombre en su cubil errado
inventa un engranaje defectuoso
que debe reparar su insomnio
trabaja ! trabaja !
el cielo azul oscuro baja en su piel
adormecidas razones de saliva y espinas
que su parpado engancha
como una costra y arroja
a un suelo de rosa viejo vidrioso.
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