asi camino los prados
con mis manos en los bolsillos
lento hacia el paisaje cerrado
en lo humedo y oscuro
bajo un cielo peligroso en luces
que muestran su desmesurado rostro
vulnerable en el dia que desaparece
en unas gargantas salvajes
donde se crea el aire calido de la tormenta
y es la lluvia
una voracidad del desorden sobre lo humano
anatema que dispersa mi nombre
en la sangre futura de las flores
y cristales fugaces sin espera
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