lunes, 31 de enero de 2011

el ido de Alejandro Dorado, el Domingo, 30 de enero de 2011 a las 10:36

señales de una perseverancia
de la saliva del muerto que aferró
una rosa
que fue despojado de la ultima puerta
detrás de la cual espera el rostro amado
sin siquiera haber nacido.
señales en el mar de un aliento
de alguien que persevera y asusta al tiempo
de alguien que ruje por sobre el trueno
impaciente
hecho de ira y de nostalgia
hecho del parpadeo de unos ojos ámbar
que intuyen lo invisible como un llamado
hecho a su pesar de naturaleza muerta
de ley natural
expulsado como una ecuación
o una química que sostiene al mundo
hecho de la anticipación de una mirada
una mirada que no llego a ser
de una mirada que restaure el universo
donde el peso, el golpe
de su caricia inconmovible  viva.
Las rocas acomodadas al azar
son una casa nocturna
Hay una intención como un abrazo
en lo despojado que se cierne.
Las horas son las mismas y moran juntas
las gentes no. las gentes pasan
y algo las toca, no las reconoce
y olvida.

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