una ventana se sostiene
presa de enredaderas
tu cabello hubo
silenciado el canto de los grillos
iluminado por el fuego
en el cual la noche
perdia su hilo blanco
y no pudo retornar del abandono
y en ese abandono las ruinas
fueron una mirada quieta
en ascuas sobre tu pelo
detras de esa ventana
presa de enredaderas
en los margenes
en el centro
de mi espera
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