martes, 19 de julio de 2011

cuello de cisne tallado en opiedra

el agua del aguante de almibarado que lustra las farolas amarillas porque el ocre digiere un vapor caliente de sabanas excesivas presupuestos de estar a salvo en la noche. presupuestos papeleria gruesa escrita en letras negras olorosas marfil de ónix ónix de quietos pensamientos del cansado sobre las rodillas en las piedras al final cuando doblar la esquina quito maquina al impulso y dio un reflejo una sonrisa cínica que detuvo el frió en la frente perlada. tierna aun de la mano. pedigüeñas a los pajaros ocupados en sus nidos. mortales. rodeo de mortales. juntos los mortales. en sus chistes. el laberinto de esos chistes. este llego a no comprender y le tiran piedras signos de pregunta con la respuesta incluido este se va por la TE por la tangente por la trivial por la tierna tergiversada negativa dolorosa- tien tiem tiempo de estar en la seca inclinada cabeza en el pozo del horizonte lavando sus cabellos en la ira en la jacundia de la ira. pero paso. fue  que paso y ninguna lucha entretuvo ni siquiera una tortuosa angustia le dio palpitacion al pecho solo ese leve caminar el estrecho fondo de un encuentro con quien se asemeja a su mentira y que miente solo por joder solo por gozarme en mi desprevenida desnudez. ave cesar ave cesáreo porvenir entre estatuas rotas magnificas librerías incompletas partidas, enclenques que me piden piedad de no se yo de salvar el momento. el frió del invierno me hace implacable conmigo mismo. pero a ti te amo de lejos. en tu goce aun en tu goce que me reviste de corteza de temores de corridas por pasillos de hospital a la una de la mañana. de formol es tu amor de formas en formol. el amor. el amor suficiente para desplegar tu cabellera de hembra. para extasiar el tiempo en el embeleso. para mentir mientes para mentir mientras el numero 5000 baja y sube y hojas de afeitarse rebanan en dulces fetas los muslos de tus ocacionales. los RO y los AH pechos de la sombra amargas tiendes en camastros de invisibles jazmines . que proyectas mientras miro y envejezco en el umbral entre tu y yo y detesto como detestaria el colmillo un cuello de cisne tallado en piedra.

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